14 oct 2012

SIMBOLIZACIÓN

DE "INTENCIONES EN LA ARQUITECTURA"
de Norberg Schulz



Los objetos son la forma en que asignamos al mundo, se expresan a través de nuestro comportamiento. Para determinados propósitos es necesario fijar los objetos por medio de signos para que puedan ser identificados, descritos y ordenados en sistemas de mayor o menor complejidad.

Cuanto mas complejo es un ambiente mayor es la necesidad de sistemas de símbolos que permitan la colaboración.

Los objetos son el orden o la forma de la realidad. Los fenómenos son manifestaciones de los objetos y tienen cierta forma, la cual es su significado. El significado del fenómeno es el contexto en el que aparece. Abstraemos las propiedades invariantes de los fenómenos y los llamamos objetos.

Muchas veces hacemos clasificaciones de los objetos en base a similaridades llamativas pero superficiales. La necesidad de clasificaciones eficaces pone de manifiesto nuestro intento de obtener un orden con un cierto grado de permanencia o invariancia, que sea objetivo y universal.

Al describir algo es necesario elegir los objetos de comparación más apropiados, y éstos son llamados dimensiones.

Los objetos pueden disponerse en sistemas que describen el mundo, pues los fenómenos no aparecen aislados sino conectados unos a otros. Un estado de cosas puede describirse mediante leyes empíricas y sistemas de conceptos interrelacionados.

La ciencia solo puede comprobar sus inducciones empíricas mediante nuevas experiencias, por lo que las teorías científicas siempre son solo hipótesis sobre la realidad. La ciencia ordena las experiencias en un mundo objetivo y permanente, haciendo así posible que las experiencias de otros puedan servir como base.

Cuando describimos un complejo de fenómenos se introduce un número adecuado de objetos interrelacionados que sirven como dimensiones de comparación. El éxito de una investigación científica depende de que las dimensiones elegidas sean las adecuadas. Tan erróneo es dividir todo en partes subordinadas como mantener un punto de vista totalizador demasiado simple.

Una ley nunca es absoluta, sino que tiene un grado de posibilidad mayor o menor.

Se puede decir que la ciencia se encarga de describir objetos tan puros como sea posible. Con este fin, abstrae de los fenómenos inmediatamente dados y pasa por alto los matices sutiles en beneficio de un orden unívoco.

Es conveniente dividir nuestro ambiente en objetos físicos, sociales y culturales. Todos juntos constituyen el mundo. Los objetos culturales se conocen por sus manifestaciones sociales o físicas, mientras que los objetos sociales se conocen por el estudio de los comportamientos. Los objetos físicos se conocen mediante la observación y se reducen a datos sensoriales o fenómenos.

La división de objetos físicos, sociales y culturales se corresponde con la división del trabajo en las ciencias. Estos objetos juntos configuran un sistema de dimensiones apropiado para estudiar las acciones y los productos del hombre.


SÍMBOLO Y SEMIÓTICA

Construimos nuestro mundo de objetos y les damos nombres, en base a diferenciaciones y operaciones. El nombre es un signo convencional, y por ello el lenguaje es un recurso necesario y un obstáculo para la creación de un mundo coherente.

De acuerdo con la filosofía tradicional las palabras representan ideas que tienen una existencia absoluta independientemente de nuestra experiencia. La ciencia moderna establece que el significado de las palabras yace en la relación entre lenguaje y experiencia. El lenguaje es un sistema de símbolos.

Simbolización es una representación de un estado de cosas por medio de una similaridad estructural. El mundo de los objetos es complejo y variado y necesitamos un gran número de sistemas de símbolos para describirlo.

El lenguaje, las matemáticas y el arte son sistemas de símbolos.

Cada sistema de símbolos tiene una capacidad de simbolización diferente que se define en términos de los objetos que puede representar. Ciertas formas (complejos de signos) sin más adecuadas para recibir determinados contenidos que otras.

Un sistema de símbolos ha de constar de símbolos elementales que signifiquen las propiedades elementales de los objetos superiores. Son triviales las partes elementales de los sistemas de símbolos, pero pueden utilizarse para configurar una totalidad que no es trivial. Un sistema de símbolos debe no contener contradicciones.

Nuestros conceptos solo poseen significados dentro de un lenguaje lógicamente coherente. Un signo solo adquiere un significado dentro de un sistema. Un significado es siempre una relación; la cultura se basa en el desarrollo de sistemas de símbolos que conservan y extienden las experiencias. Por ejemplo, la pintura, la arquitectura y el lenguaje escrito dio estabilidad a las primeras culturas mesopotámicas.

- SINTAXIS: estudio de la construcción lógica de un sistema de símbolos sin tener en cuenta su relación con la realidad, como las matemáticas y la lógica, pues son puramente formales y solo importa su articulación y coherencia internas. Se estudia solo la relación entre los signos.

- SEMANTICA: estudio de la relación entre los signos y la realidad, entre el signo y lo designado. (En principio cualquier medio de expresión (lenguaje formal o natural) admite una correspondencia entre expresiones de símbolos o palabras y situaciones o conjuntos de cosas que se encuentran en el mundo físico o abstracto que puede ser descrito por dicho medio de expresión).

- PRAGMÁTICA: estudio de la relación entre el signo y quienes lo usan y que comprende todos los factores psicológicos y sociológicos que intervienen como intenciones (propuestas o conseguidas).

- SEMIÓTICA: o Teoría de Signos, unifica la sintaxis, la semántica y lo pragmático para comprender las “reglas” para el uso de los signos. Las tres dimensiones están interrelacionadas. El significado de un signo queda totalmente descrito indicando estos tres aspectos semióticos. El principal tema de la semiótica ha sido el lenguaje y últimamente los signos visuales y los auditivos, como los diagramas, las imágenes, las señales de tráfica y las obras de arte


COMUNICACIÓN E INFORMACIÓN


Los signos para describir los objetos y las experiencias tienen el propósito de crear una base para la comunicación y la cooperación del hombre. A través de la comunicación obtenemos información útil para nuestro comportamiento.

La información se obtiene en general por percepción directa o por comunicación entre individuos, y ambas son posibles solo bajos ciertas condiciones; se debe ser capaz de interpretar signos. La comunicación, por tanto, está basada en sistemas de símbolos comunes a formas de vida y comportamientos comunes.

Por el contrario si el signo va ligado a otro cuya aparición es poco probable no se puede percibir coherencia, orden, o sentido, pues un único signo puede contectarse a otros con diversos grados de probabilidad.

Todo producto humano es un instrumento cuyo propósito es poner orden en el ambiente y todos estos instrumentos han de tener una determinada forma lógica para llevar a cabo su cometido. Por ello se considera la forma como el principal denominador común entre la ciencia y el arte.



ABSTRACCIÓN Y CONCRETIZACIÓN



La ciencia se preocupa por un tipo particular de simbolización, pretende ofrecer descripciones de la realidad tan exactas y objetivas como sea posible y abstrae porque divide el mundo en elementos puros organizados en sistemas.

La percepción de una árbol no equivale a su descripción científica, y la explicación analítica de un poema no sustituye la experiencia directa del mismo.

Las percepciones están condicionadas por las actitudes, y la ciencia trata de ser independiente de ellas, teniendo una actitud analítica determinada. Esta actitud es básica para lo que llamamos razonamiento. El razonamiento trata de buscar una seguridad que la percepción no ofrece y para alcanzarla abstrae; ordena en categorías y descarta los matices más sutiles.

La percepción es más flexible, espontánea, pero menos fiable. El razonamiento es aproximadamente exacto, pero torpe y burocrático. Es lento y no capta espontáneamente los matices intermediarios relevantes.

Algunos objetos solo pueden ser aprehendidos mediante el razonamiento, como las construcciones puras de la ciencia, pero otros objetos no son accesibles para el razonamiento puesto que el análisis los destruye, deben experimentarse directamente.

Una clasificación preliminar de los sistemas de símbolos puede basarse en saber que tanto nuestra conducta como las cosas que usamos expresan algo sobre nosotros mismos. Por lo tanto conviene distinguir entre lenguaje de signos, lenguaje de acciones y lenguaje de objetos.

La distinción entre símbolos que describen y símbolos que expresan no es nueva. La característica fundamental de un sistema de símbolos no descriptivo es que no persigue, como la ciencia, los objetos puros: en su lugar concretiza en signos objetos intermediarios. Los símbolos no descriptivos pueden concretizar aquellos fenómenos que la ciencia considera ilusiones. Las percepciones de la vida diaria son generalmente intermedias entre los objetos y los objetos transmitidos por los sistemas de símbolos especializados. Los sistemas de símbolos no descriptivos no proporcionan conocimiento, sino experiencias y directrices para el comportamiento.


SISTEMAS DE SÍMBOLOS

Los objetos tienen valores, distintivos objetivos y transmiten objetos superiores diferentes. Un objetivo puede ser un objeto existente para captar o un objeto imaginario.

Todos los objetos nos son dados con un valor y estos forman parte de la estructura fenoménica del mundo. Podemos orientar a los objetos de tres formas diferentes:

- COGNOSCITIVA: clasificación y descripción de los objetos aislados

- CATÉTICA: consiste en reaccionar espontáneamente ante los objetos según por la gratificación que nos ofrezcan de manera personal

- VALORATIVA: establecer normas para nuestras relaciones con los objetos

Toda acción puede analizarse como un producto de componentes consgoscitivos, catéticos y valorativos.

Entonces, la clasificación de los objetos se haría en una combinación de los tipos de objetos (físicos, sociales y culturales) y los tipos de orientación hacia ellos…

- Cognoscitiva hacia objetos físicos: ciencia natural
- Cognoscitiva hacia objetos sociales: ciencias sociales
- Cognoscitiva hacia objetos culturales: ciencias humanas, grupos culturales
- Catética hacia objetos físicos: satisfacción de las necesidades físicas
- Valorativa hacia objetos físicos: establecimiento de un modelo económico.
- Valorativa hacia objetos culturales: gusto y estilo personal

Así el arte parece caracterizarse por una mezcla de orientaciones cognoscitivas y catéticas. Una combinación de orientaciones cognoscitivas y valorativas da lugar a lo que llamamos ideologías. La religión es un sistema no empírico de creencias valorativas.


ESTÉTICA

La estética, semióticamente, estudia los medios formales y los fines del arte. Las artes no satisfacen ningún objetivo cultural o social. Una obra de arte se percibe cuando sus manifestaciones físicas se adscriben a un sistema coherente de polos intencionales superiores. Si esto no ocurre, la obra de arte no comunica nada.

La obra de arte es un símbolo concretizador de un objeto intermediario. El arte simboliza objetos-valor, expresa valores. El arte es un medio de conservar y comunicar valores, para que sean comunes. El arte presupone una catexis, una percepción participativa que produce una inmediata gratificación.


El contenido de una obra de arte se distribuye en varios niveles objetuales interconectados:

1. Tema primario o natural: acciones y objetos físicos
2. Tema secundario o convencional: significados designados por las acciones y objetos físicos
3. Significado o contenido intrínseco: objetos sociales y culturales transmitidos por los significados

El estilo se define en términos de rasgos formales específicos que son comunes a un cierto numero de obras de arte. La propia obra de arte debe expresarse dentro de los límites de la norma, pero sin reducir éstos a unos cuantos principios evidentes. La originalidad artística se debe medir siempre en relación al estilo. El estilo es entonces la estructura de probabilidad formal del sistema de símbolos. Los sistemas de símbolos reflejan los propósitos a los que sirven y el estilo pone de manifiesto determinados objetos sociales y culturales independientemente de la obra de arte en particular.

El estilo condiciona la forma en general, mientras que el tema determina el desarrollo individual de la obra asilada. La experiencia de una obra de arte presupone el conocimiento del estilo.

Los sistemas de símbolos tienen una capacidad variable de simbolización y eso los hace más o menos valiosos.

El problema del arte consiste en concretizar en otro medio un contenido (un objeto intermediario) y por lo tanto el aspecto semántico es de fundamental importancia.

La experimentación comienza captando una estructura simple que comprende todo. La obra de arte casi siempre consta de varios niveles formales, como podría ser un gran icono que comprenda varios iconos subordinados. Una descripción completa de obra de arte debe abarcar la estructura formal, lo que esa estructura representa y cómo lo hace.

Si perseguimos la creación de formas específicas y articuladas es con la intención de conseguir una expresión más rica. Es una equivocación importante creer que la forma dificulta y reduce la expresión o que los caprichos arbitrarios la facilitan.

La obra de arte, al contrario que la ciencia, es capaz de denotar situaciones individuales.

Aunque la obra de arte es una concretización especial, quizá la función más importante del arte es crear nuevos objetos; puede concretizar un posible complejo de fenómenos. Exige nuevos tipos de percepciones, experiencias que se vuelven significativas de acuerdo con su relación con el mundo de objetos ya existente. El arte “nos enseña a ver las cosas de otra manera”.


PRODUCCIÓN Y REPODRUCCIÓN


Las reproducciones son productos análogos a los objetos intermediarios, siendo la percepción y el conocimiento exclusivamente polos contribuyentes. La reproducción está limitada por los esquemas reproductivos y no sigue de una manera directa a la percepción. A veces parece sin embargo que la percepción y la reproducción se corresponden mutuamente, porque solo percibimos lo estrictamente necesario. No reproducimos lo que vemos ni lo que somos capaces de ver, sino lo que nos permiten los esquemas reproductivos, que están determinados por las experiencias del periodo de socialización.

Los productos están determinados por las esquematizaciones del productor y solo son comprensibles si el consumidor adopta la actitud correspondiente. Los esquemas reproductivos pueden ser analíticos o concretizadores. Los niños por ejemplo desarrollan espontáneamente esquemas concretizadores, mientras que los analíticos se deben aprender posteriormente. La adquisición de esquemas analíticos suele acabar con la facultad de concretizar.

Se define un individuo creativo como el que posee la facultad de producir símbolos concretizadores. Cuando creamos un objeto nace, por así decirlo, mediante unos fenómenos representantes.

La necesidad de crear puede entenderse como la intención de un objeto aún no existente, puesto que eso significa que la intención es producto de dos o más intenciones de objetos existentes. La intención creativa se dirige a los objetos intermediarios y se presenta fenomenológicamente como una necesidad difusa. Tales intenciones están presentes en todas las percepciones, pero la intención creativa combina polos que no se habían puesto en contacto hasta entonces.

La verdadera actividad creativa trasciende la repetición de esquemas reproductivos conocidos. Se caracteriza generalmente por una desviación del comportamiento normal y los artistas importantes pocas veces encuentran un reconocimiento inmediato.


CULTURA

Desde que nacemos nos esforzamos por establecer un orden en la infinita variedad de nuestro entorno. El orden que captamos es resultado de la colaboración y transmisión de información.

Lo que llamamos cultura es un orden común, enseñada y aprendida. Depende de sistemas de símbolos comunes y sus efectos en el comportamiento. Participar en una cultura significa saber utilizar sus símbolos comunes.